En un pequeño establecimiento de un barrio humilde, encontramos a Mª del Mar, una mujer que conjuga su negocio con su gran corazón. Su kiosko-panadería, está lleno de buenas ideas, donde los niños son siempre los protagonistas, y no sólo por las golosinas.
Su buen corazón se está contagiando a todas las personas que entran en su local, y poquito a poquito van llenando una hucha con las monedas que les sobran del cambio. Mª del Mar siempre tiene unas palabras para que aquellas personas sin recursos estén presentes en quienes sí los tenemos. En esta ocasión, cuando la hucha esté llena, la buena voluntad de todos los que colaboran, se trasladará a Etiopía, mediante la actuación de Abay.
También está ayudando a difundir nuestro concurso de dibujo entre todos aquellos que siempre han colaborado en su tienda, como por ejemplo, en las navidades pasadas cuando decoró su establecimiento con los dibujos que fueron llevando los niños.
¡Todo un ejemplo a seguir!
¡GRACIAS de parte de todos los que somos Abay y el pueblo Etíope!
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